Según los datos presentados en la estadística Cuentas anuales en el Impuesto sobre sociedades 2002 , el número de empresas declarantes del impuesto asciende a 1.011.557, lo que supone un incremento superior al 8% respecto al año anterior, este resultado se debe al crecimiento de las Sociedades no financieras y dentro de éstas muy especialmente a las empresas de reducida dimensión, con un incremento superior al 12%. Por sectores, este crecimiento afecta principalmente a los sectores de Otros y Servicios a las Empresas.
En el año 2002 resulta nuevamente significativa la bajada que ha sufrido el Resultado Contable Neto respecto al año anterior, a pesar del elevado aumento de declaraciones, obteniéndose los retrocesos más importantes en las Sociedades no financieras y principalmente en las Grandes empresas y, desde la perspectiva sectorial en Transporte y comunicaciones, Entidades financieras y Aseguradoras y Otros. El empeoramiento en el resultado contable de las empresas en términos netos se debe no a una minoración de los beneficios de las empresas, sino al extraordinario incremento en la cuantía de pérdidas del ejercicio declaradas por algunas grandes empresas.
Descomponiendo el Resultado Contable en positivo (beneficios) y negativo o nulo (asimilado a pérdidas), la proporción de empresas con beneficios sigue la tendencia decreciente pasando del 56' 6% de los declarantes en el año 2001 al 55' 1% en el año 2002. Definiendo la tasa de fracaso como el cociente entre el número de empresas con pérdidas respecto al total de empresas, se advierte una correlación negativa entre dicha tasa y el tamaño de las empresas, lo que se refleja en una tasa de fracaso del 16% en las grandes empresas y una tasa del 44% en el colectivo de empresas de reducida dimensión.
El incremento del beneficio en términos absolutos es de un 4' 5% con un importe de 92.424 millones de euros en el último año; el beneficio medio de las empresas sufre un receso aunque éste es inferior al 1%, pese al importante incremento del 20% que se declara por las entidades de crédito. El beneficio medio de las empresas con resultado contable positivo se sitúa en 166 mil euros.
Respecto a las empresas españolas que declaran pérdidas se produce un incremento espectacular del 12% que se localiza en las entidades no financieras. Por el contrario, las entidades de crédito mejoran, al reducir sus pérdidas en un 22%. Las pérdidas medias alcanzan los 172 mil euros por empresa, lo que representa un 55% más que el año anterior. Las pérdidas medias de las grandes empresas crecen más de un 82%, reduciéndose sin embargo las pérdidas medias de las empresas de reducida dimensión en un 6%.
Por sectores se producen los mayores incrementos de los beneficios en los sectores de Energía y Agua y Construcción. En el lado opuesto, los mayores incrementos de pérdidas se observan en Otros, Enseñanza y Sanidad y en Transportes.
Los crecimientos en las partidas de cuentas que componen el Activo y el Pasivo del balance de las sociedades presentan incrementos relativamente bajos. Así, en las sociedades no financieras el total activo aumenta un 6%, no llega a un 1% en el caso de las entidades de crédito que están sometidas a la presentación de cuentas según las normas reguladas por el Banco de España y a un 9% para las entidades aseguradoras que elaboran sus cuentas según el Plan contable para Entidades aseguradoras.
Analizando someramente las cuentas de las entidades no financieras que más implicación tienen en la evolución descrita, que se corresponden con las de mayor peso respecto al total activo o pasivo se observan los siguientes resultados:
Las inmovilizaciones financieras representan un 28% del total activo con crecimientos del 15%, el 21% del activo viene representado por las inmovilizaciones materiales con aumentos interanuales cercanos al 9%.
Las inversiones financieras temporales con peso del 15% experimentan con respecto al año anterior una bajada de casi un 7%, mientras que los deudores con peso del 17% crecen pero lo hacen sólo en un 3%. Por último las existencias con un escaso 10% de peso crecen en un 8%.
Respecto al pasivo sólo tres partidas tienen pesos importantes, y son por orden de importancia los fondos propios, los acreedores a corto plazo y los acreedores a largo plazo. Sus pesos respectivos son 44%, 31% y 22%, pero mientras que la tasa de variación del primer y último componente han sido del 6 y 18%, la de los acreedores a corto plazo a experimentado una variación del -1%.
En el colectivo de grandes empresas el activo del balance es incluso inferior al del año anterior, registrando una disminución de 2 puntos, no siendo así en las empresas de reducida dimensión con un incremento de un 31%.
Por último resaltar que en el colectivo de entidades no financieras, en las empresas de reducida dimensión , las inmovilizaciones materiales suponen el 32%, mientras que los acreedores a corto plazo suponen un 41% del pasivo y los fondos propios el 36%. Frente a estas proporciones, las empresas grandes tienen sus patrimonios principalmente en inmovilizaciones financiertas (30%), teniendo las inmovilizaciones materiales también un peso importante, un 22%. El mayor peso en el pasivo lo tienen los fondos propios con un 37%.
En el balance de las entidades de crédito el mayor peso se presenta en los Créditos a otros sectores residentes (51% sobre el Activo y un crecimiento del 8%). La cuenta con Otras Entidades de crédito (17% de peso aunque su variación es negativa, perdiendo un 3%) y la cartera de renta fija con un peso del 13% y que mantiene prácticamente los valores del año anterior. La variación del activo en su conjunto es inferior a un punto.
Por el lado del pasivo las principales cuentas son: Acreedores de otros sectores residentes (distintos de otras entidades crediticias y Administraciones públicas españolas), las cuentas acreedoras con otras entidades de crédito, siendo su importancia respecto al pasivo y su variación del 44% y 4% de variación interanual la primera, y del 22% y manteniendo su valor, la segunda.
En las entidades aseguradoras el crecimiento global del balance es de un 9%, la cuenta Otras inversiones financieras representa el 67% del activo con un crecimiento del 14% siendo la principal causante de la evolución descrita.
Igualmente en el pasivo una única cuenta, las Provisiones técnicas, con un 78% de representación y una variación del 12% explican la mayor parte de la contrapartida al crecimiento registrado en el activo.
Desde la perspectiva sectorial cabe señalar que los balances superan las cifras del año anterior en todos los sectores, destacando los crecimientos de los sectores de la construcción y servicios inmobiliarios y hostelería, debido principalmente a los crecimientos de las inversiones materiales.
En el primer apartado se ha analizado la evolución del resultado, medido en términos de beneficios o pérdidas declarados por las empresas, en este punto se va a analizar la evolución de las principales componentes que son determinantes en la configuración de ese resultado.
Estudiando las entidades no financieras en su conjunto podemos ver que el número de empresas crece un 8´ 4%, mientras que la producción y los consumos intermedios lo hacen al 4%, y al 4' 3% el valor añadido. Los gastos de personal también con un crecimiento moderado pero superior a las variables anteriores, crecen un 5% (en el año anterior el crecimiento fue de un 15%), lo que repercute negativamente en el crecimiento del resultado bruto de explotación (RBE) con un 2` 7%, muy por debajo del incremento registrado el año anterior que superó los 9 puntos.
El espectacular aumento de las provisiones incide en el resultado neto de explotación (RNE) que llega a ser negativo (-537 millones de euros). Pese a la subida de un 5% de los ingresos financieros y el mantenimiento de los gastos financieros, el resultado de las actividades ordinarias (RAO) sufre una caída de casi un 79% respecto al año anterior.
Los escasos resultados de carácter extraordinario y de cartera de valores aunque positivos no consiguen paliar la bajada del 80% experimentado por el resultado antes de impuestos (RAI) y del 89% del resultado después de impuestos.
La causa que incide en los resultados comentados viene explicada por las sociedades con pérdidas que incrementan sus provisiones un 185% y acumulan unos resultados extraordinarios negativos que duplican ampliamente los del año 2001, alcanzando una cuantía de -16.044 millones de euros.
Dentro de las entidades no financieras merecen un estudio diferenciado los dos colectivos más importantes, el formado por las grandes empresas y el de empresas de reducida dimensión, que mantienen un comportamiento muy diferente a lo visto hasta ahora.
Las grandes empresas que son las que repercuten principalmente en los resultados del total de las empresas, mantienen valores similares a los ya comentados, con un crecimiento del número de empresas del 6' 2% un 4' 7% para la producción, cerca de un 5% para los consumos intermedios, un 3' 7% para el valor añadido y para los gastos de personal el 5' 9% lo que explica un crecimiento moderadísimo del RBE (1%). Las provisiones prácticamente se triplican, lo que deteriora el RNE hasta el punto de hacerlo negativo. El saldo neto entre ingresos y gastos financieros es positivo y mejora el RAO, que aunque presenta una bajada espectacular del 87%, es positivo. Los datos de los resultados extraordinarios y de cartera de valores no arreglan la situación, resultando tasas de variación negativa en todas las cifras siguientes.
El comportamiento de las empresas de reducida dimensión (ERD) difieren mucho del comportamiento estudiado hasta ahora, siendo el crecimiento del número de empresas cercano al 13%, con incrementos superiores al 20% en todas las magnitudes relevantes, con lo que el RBE se incrementa en un 29%. Las provisiones mantienen un comportamiento contrario al que tienen en las grandes empresas y prácticamente no sufren variación con respecto al año anterior, siendo las amortizaciones las que se incrementan en casi un 26%. Pese a esto, la tasa de variación del RNE es de un 39%. Un elemento diferencial de la ERD respecto a las grandes empresas es el nivel de endeudamiento que hace que sus gastos financieros representen más del doble de los ingresos por este concepto, aun cuando este año los ingresos duplican la tasa de crecimiento frente a los gastos (28% y 13% respectivamente). El crecimiento de los resultados extraordinarios absorbe la reducción de los de cartera mejorando el RAI con un crecimiento cercano al 45%.
El número de entidades de crédito disminuye en 4 unidades, si bien en este sector estas variaciones no son significativas porque en general vienen derivadas de operaciones de fusión, y de hecho la producción crece cerca de un 19% como resultado de un incremento similar tanto en la prestación de servicios bancarios como en la produción imputada de servicios bancarios (márgenes financieros) mientras que la subida de los gastos corrientes es de un 12' 5%, resultando un aumento del valor añadido del 21%. Pese al aumento en más de 13 puntos de los gastos de personal, el RBE consigue un incremento del 26%. Siguen este año los incrementos de las amortizaciones y provisiones aunque son muy moderados (8%) lo que ayuda a que la tasa de variación del RNE sea positiva en casi 34 puntos, al igual que son positivas las tasas de variación del resultado antes y después de impuestos (19% y 27%, respectivamente).
En las aseguradoras se produce una minoración del número de empresas cercana al 3%. El crecimiento de la Cuenta técnica de seguro no vida es del 45%, mientras que la cuenta técnica de seguro de vida sufre una variación negativa del 13%. Debido a esto y al elevado incremento de los gastos de las inversiones y a la evolución desfavorable de los gastos extraordinarios se produce una disminución del resultado después de impuestos del 12%.
Desde la perspectiva sectorial el empeoramiento del resultado es generalizado excepto en los sectores de energía, construcción, comercio y hostelería.
Mantenimientos o ligerísimos movimientos de las tasas de valor añadido, gastos de personal y margen bruto de explotación, ligera bajada de la tasa de resultados atípicos y minoración también de las tasas de rentabilidad económica y rentabilidad financiera en grandes empresas, con ligero aumento en las empresas de reducida dimensión.
Respecto a los ratios financieros se mantiene la situación financiera de las empresas grandes aunque hay un pequeño aumento del ratio de endeudamiento.
Al contrario, las empresas de reducida dimensión experimentan una mejoría de la situación financiera con crecimientos de los ratios de tesorería y de fondo de maniobra y caída del ratio de endeudamiento.
Pese al retroceso del resultado contable que es prácticamente un tercio del obtenido el año anterior, la base imponible disminuye con respecto al año anterior en sólo el 1' 5%, aunque el incremento de empresas con Base Imponible positiva es superior al 5%.
La cuota integra se reduce ligeramente, mientras que la cuota reducida positiva (CRP) se incrementa un 4' 3% para el total sociedades, debido a las sociedades no financieras y aseguradoras. En las entidades de crédito se produce una caída de la cuota íntegra del 17% y de la cuota reducida positiva de un -14%.
En las entidades no financieras que explican el 88% de las cuotas del impuesto, las deducciones que minoran en mayor cuantía la cuota integra y que además han experimentado mayor crecimiento son las deducciones por doble imposición con un incremento del 8% respecto al año anterior. Las deducciones a la inversión y las del art. 36.ter por el contrario se han reducido en un -19% y en un -26% respectivamente. Es precisamente el comportamiento de estas dos últimas las que hacen posible el incremento de 4 puntos en la cuota del impuesto.
Por sectores, la construcción, seguido de la industria y del comercio explican el 60% de la recaudación del impuesto. Desde el punto de vista autonómico la ubicación de las sedes sociales de las grandes empresas en Madrid y Cataluña, principalmente, establece una importancia a estas dos comunidades del 60% de la recaudación.