Según los datos presentados en la estadística Cuentas anuales en el Impuesto sobre sociedades 2003 , el número de empresas declarantes del impuesto asciende a 1.044.117, lo que supone un incremento superior al 3% respecto al año anterior, este resultado se debe al crecimiento de las Sociedades no financieras. Por sectores, dicho crecimiento afecta principalmente a los sectores de Servicios a las Empresas y Enseñanza y Sanidad.
En el año 2003 resulta significativo el aumento que ha sufrido el Resultado Contable Neto respecto al año anterior, obteniéndose las subidas más importantes en las Sociedades no financieras y principalmente en las Grandes Empresas y, desde la perspectiva sectorial en Entidades financieras y Aseguradoras y Otros. La mejora en el resultado contable de las empresas en términos netos se debe no sólo al incremento del beneficio sino también a la estabilización de las grandes empresas que el año pasado declararon pérdidas de cuantías extraordinariamente elevadas.
Descomponiendo el Resultado Contable en positivo (beneficios) y negativo o nulo (asimilado a pérdidas), la proporción de empresas con beneficios cambia la tendencia, subiendo aunque levemente, pasando del 55'1% de los declarantes en el año 2002 al 55'7% en el año 2003. Definiendo la tasa de fracaso como el cociente entre el número de empresas con pérdidas respecto al total de empresas, se advierte una correlación negativa entre dicha tasa y el tamaño de las empresas, lo que se refleja en una tasa de fracaso del 15% en las grandes empresas y una tasa del 44% en el colectivo de empresas de reducida dimensión.
El incremento del beneficio en términos absolutos es de un 22' 5% con un importe de 113.228 millones de euros en el último año; el beneficio medio de las empresas con resultado contable positivo se sitúa en 195 mil euros, mejorando éste en todos los tipos de empresas.
Respecto a las empresas españolas que declaran pérdidas se produce un pequeño incremento del 2% que se localiza en las entidades no financieras y concretamente en las empresas de reducida dimensión, pérdidas medias por empresa se reduzcan a menos de la mitad, de 172 mil euros por empresa el año anterior a 71 mil euros por empresa este año 2003. Las pérdidas medias de las grandes emrpesas se reducen en un 64%.
Por sectores se producen los mayores incrementos de los beneficios en los sectores de Transportes y Comunicaciones, Entidades Financieras y Aseguradoras y Construcción. En el lado opuesto, el único sector cuyos beneficios disminuyen es Energía y Agua.
Los crecimientos en las partidas de cuentas que componen el Activo y el Pasivo del balance de las sociedades presentan incrementos algo más altos que el año anterior. Así, en las sociedades no financieras el total activo aumenta cerca de un 13%, un 2% en el caso de las entidades de crédito que están sometidas a la presentación de cuentas según las normas reguladas por el Banco de España y a un 11% para las entidades aseguradoras que elaboran sus cuentas según el Plan contable para Entidades aseguradoras.
Analizando someramente las cuentas de las entidades no financieras que más implicación tienen en la evolución descrita, que se corresponden con las de mayor peso respecto al total activo o pasivo se observan los siguientes resultados:
Las inmovilizaciones financieras representan un 29% del total activo con crecimientos del 16%, el 20% del activo viene representado por las inmovilizaciones materiales con aumentos interanuales del 8%.
Las inversiones financieras temporales con peso del 16% experimentan con respecto al año anterior un incremento del 15%, mientras que los deudores con el mismo peso del 16% crecen un 9%. Por último las existencias con un 11% de peso crecen casi un 17%.
Respecto al pasivo sólo tres partidas tienen pesos importantes, y son por orden de importancia los fondos propios, los acreedores a corto plazo y los acreedores a largo plazo. Sus pesos respectivos son 44%, 29% y 23%, con tasas de variación del 12%, 8% y 20%, respectivamente.
En el colectivo de grandes empresas el activo del balance es superior al del año anterior en un 10% y un 13% en las empresas de reducida dimensión.
Por último resaltar que en el colectivo de entidades no financieras, en las empresas de reducida dimensión , las inmovilizaciones materiales suponen el 31%, mientras que los acreedores a corto plazo suponen un 40% del pasivo y los fondos propios el 35%. Frente a estas proporciones, las empresas grandes tienen sus patrimonios principalmente en inmovilizaciones financieras (29%), teniendo las inmovilizaciones materiales también un peso importante, un 22%. El mayor peso en el pasivo lo tienen los fondos propios con un 37%.
En el balance de las entidades de crédito el mayor peso se presenta en los Créditos a otros sectores residentes (53% sobre el Activo y un crecimiento del 5%). La cuenta con Otras Entidades de crédito (15% de peso aunque su variación es negativa, perdiendo un 6%) y la cartera de renta fija con un peso del 13% y que incrementa los valores del año anterior en un 7%. La variación del activo en su conjunto es inferior a dos puntos.
Por el lado del pasivo las principales cuentas son: Acreedores de otros sectores residentes (distintos de otras entidades crediticias y Administraciones públicas españolas) que supone un 42% del pasivo y con un decrecimiento respecto del año anterior de un 4% y las cuentas acreedoras con otras entidades de crédito, siendo su importancia respecto al pasivo del 21% y una variación negativa de un 2%.
En las entidades aseguradoras el crecimiento global del balance es de un 12%, la cuenta Otras inversiones financieras representa el 67% del activo con un crecimiento del 12% siendo la principal causante de la evolución descrita.
Igualmente en el pasivo una única cuenta, las Provisiones técnicas, con un 78% de representación y una variación del 12% explican la mayor parte de la contrapartida al crecimiento registrado en el activo.
Desde la perspectiva sectorial cabe señalar que los balances superan las cifras del año anterior en todos los sectores, excepto en el de Energía y Agua, destacando el crecimiento del sector de Entidades Financieras y Aseguradoras.
En el primer apartado se ha analizado la evolución del resultado, medido en términos de beneficios o pérdidas declarados por las empresas, en este punto se va a analizar la evolución de las principales componentes que son determinantes en la configuración de ese resultado.
Estudiando las entidades no financieras en su conjunto podemos ver que el número de empresas crece un 3%, mientras que la producción lo hace al 8' 5, los consumos intermedios al 7' 7 y a más del 11% el valor añadido. Los gastos de personal también con un crecimiento próximo a las variables anteriores, crecen un 9' 5%, lo que permite que el crecimiento del resultado bruto de explotación (RBE) sea de un 14%.
Las provisiones bajan un 71% respecto al año anterior, que habían experimentado un espectacular aumento, colocándose en cifras más próximas a las de hace dos años. Esto incide en el resultado neto de explotación (RNE) que se recupera, llegando a la cifra de 54 mil millones de euros. Gracias a esto y a la mayor bajada de los gastos financieros (14%) que de los ingresos financieros (5%), el resultado de las actividades ordinarias (RAO) se sitúa en cerca de 70 mil millones de euros.
Por todo lo anterior y porque además los resultados extraordinarios aumentan de manera importante, el resultado antes de impuestos (RAI) y el resultado después de impuestos obtienen unos valores muy superiores al año 2002.
La recuperación de estos resultados viene explicada por la mejora de las sociedades con pérdidas que incrementaban sus provisiones y sus resultados extraordinarios negativos en el año precedente.
Dentro de las entidades no financieras merecen un estudio diferenciado los dos colectivos más importantes, el formado por las grandes empresas y el de empresas de reducida dimensión, que mantienen un comportamiento muy diferente a lo visto hasta ahora.
Las grandes empresas que son las que repercuten principalmente en los resultados del total de las empresas, mantienen valores similares a los ya comentados, con un crecimiento del número de empresas del 6' 7% un 8'2% para la producción, cerca de un 7% para los consumos intermedios, un 13' 7% para el valor añadido y para los gastos de personal el 10' 7% lo que explica un crecimiento del RBE del 18%. Las provisiones bajan un 70%, lo que mejora el RNE extraordinariamente respecto del año anterior que llegó a hacerse negativo. El saldo neto entre ingresos y gastos financieros es positivo, lo cual mejora aún más el RAO. Los datos de los resultados extraordinarios y de cartera de valores arreglan ayudan a mejorar algo más la situación.
El comportamiento de las empresas de reducida dimensión (ERD) difieren mucho del comportamiento estudiado hasta ahora, siendo el crecimiento del número de empresas cercano al 5%, con incrementos cercanos al 12% en todas las magnitudes relevantes, pero con una variación negativa de las provisiones de sólo un 10% (frente al 70% de las grandes empresas) con lo que el RNE se incrementa en un 18%. Un elemento diferencial de la ERD respecto a las grandes empresas es el nivel de endeudamiento que hace que sus gastos financieros representen más del doble de los ingresos por este concepto, aun cuando este año los ingresos aumentan un 7% y los gastos se mantienen prácticamente iguales, con incluso una pequeña bajada. El crecimiento de los resultados extraordinarios en un 29% mejora los resultados del RAI en ese mismo porcentaje.
El número de entidades de crédito disminuye en 12 unidades, lo que supone algo más de un 3%, aunque si bien en este sector estas variaciones no son significativas porque en general vienen derivadas de operaciones de fusión, esta bajada repercute en la producción, consumos, gastos de personal y valor añadido. El RBE se sitúa en una cifra similar a la del año anterior. El incremento de las amortizaciones y provisiones aunque son moderados (4%) consigue que la tasa de variación del RNE sea negativa en un punto, pero los importes negativos de los resultados extraordinarios y de operaciones financieras, colocan al resultado antes de impuestos con una tasa de variación positiva del 15% que es absorbida prácticamente en su totalidad por el impuesto sobre sociedades y que finalmente deja al resultado después de impuestos un punto por encima del declarado en el año anterior.
En las aseguradoras disminuye en 5 el número de empresas, lo que supone una minoración de un 1%. La Cuenta técnica de seguro no vida se duplica, mientras que la cuenta técnica de seguro de vida sufre una variación positiva del 24%. Es por ello que el resultado después de impuestos aumenta un 97% con respecto al año anterior.
Desde la perspectiva sectorial la mejora del resultado es generalizado excepto en el sector de energía y agua.
Mantenimientos o ligerísimos movimientos de las tasas de valor añadido, gastos de personal y margen bruto de explotación, subidas importantes de la tasa de resultados atípicos y de las tasas de rentabilidad económica y rentabilidad financiera en grandes empresas y más suaves en las empresas de reducida dimensión.
Respecto a los ratios financieros, tienden todos a aumentar y muy especialmente el Ratio del fondo de maniobras. Sólo se observa una ligera bajada en el Ratio de endeudamiento de las grandes empresas.
Como ya hemos dicho el resultado contable sufre un importante aumento y también la base imponible se incrementa por encima del 16%, aunque el incremento de empresas con Base Imponible positiva es menor de un 3%.
La cuota integra y líquida aumentan un 15 y 18% respectivamente para el total de empresas, observándose subidas en todos los tipos de empresas, especialmente en las entidades aseguradores con crecimientos cercanos al 60%
En las entidades no financieras que explican el 88% de las cuotas del impuesto, las deducciones que minoran en mayor cuantía la cuota integra y que además han experimentado mayor crecimiento son las deducciones por doble imposición con un incremento del 8% respecto al año anterior. Las deducciones a la inversión y las del art. 36.ter por el contrario se han reducido en un -19% y en un -26% respectivamente. Los incrementos de cuota líquida de las grandes empresas se sitúa por encima del 20% afectadas particularmente por la caída de las deducciones del art. 36 ter y las de inversión. Hay que hacer notar que en este colectivo el incremento de la cuota líquida es 2 puntos superior al incremento de la base imponible. En las empresas de reducida dimensión el incremento de la cuota líquida se sitúa por encima del 11%.
En el año 2003 se ha producido una disminución del peso de las entidades no financieras, provocado por el elevadísimo incremento en los resultados de las entidades aseguradoras. En el grupo de entidades no financieras el colectivo de las grandes empresas representa el 60% en términos de cuota líquida, y el 23% las empresas de reducida dimensión.
Por sectores, la construcción, seguido de la industria y del comercio explican el 60% de la recaudación del impuesto. Desde el punto de vista autonómico la ubicación de las sedes sociales de las grandes empresas en Madrid y Cataluña, principalmente, establece una importancia a estas dos comunidades del 60% de la recaudación.