Los tipos efectivos
El tipo medio efectivo sobre la renta y el gasto permaneció prácticamente en el mismo nivel de 2017. En 2018 hubo algunos cambios normativos, pero se vieron compensados por la evolución de bases y precios. El tipo medio se mantiene casi inalterado en el entorno del 15% desde 2013.
También el tipo efectivo sobre las rentas brutas de los hogares permaneció estable en 2018 (Cuadro 2.1). La estabilidad oculta tres elementos que afectaron al tipo en 2018 y que son de distinto signo, uno al alza y dos a la baja. En primer lugar, subió el tipo medio de retención en salarios y pensiones, un 1% en el primer caso y 2,2% en el segundo (Cuadro 2.3). En los salarios el resultado contrasta con la estabilidad de los dos años anteriores, tras la reforma del impuesto. La causa del cambio es el incremento de los salarios medios (también a diferencia de los años anteriores) y el arrastre que esto produjo sobre el tipo medio de retención. En las pensiones la subida del tipo forma parte de la evolución normal al incorporarse al sistema pensionistas con pensión y tipo medio superior. Sin embargo, y éste es el segundo elemento, ambos incrementos se vieron limitados en la segunda parte del año, tras la aprobación de los Presupuestos, al ampliarse la reducción por rendimientos del trabajo con la consecuente reducción del tipo en los salarios y las pensiones inferiores. Por último, un tercer elemento que influyó a la baja en el tipo, fueron las nuevas deducciones familiares, cuyo efecto solo será completo en la declaración anual (la ampliación de las antiguas deducciones familiares solo tuvo un pequeño efecto en las deducciones anticipadas en 2018 y otras, como los gastos de guardería, solo es posible aplicarlas en la declaración anual). Este último elemento es el que explica que, aunque el tipo medio no creciese en 2018, sí lo hiciera (un 1%) el tipo estimado sin incluir la cuota diferencial y las deducciones familiares.
El tipo efectivo del Impuesto sobre Sociedades en 2018 se situó en el 21,3% sobre la base imponible agregada y en el 9,9% si se calcula sobre el resultado contable positivo. En ambos casos supone un incremento respecto a 2017 que, en ausencia de cambios normativos, como es el caso, se debe atribuir a los efectos composición (las bases de las empresas con mayor tipo efectivo crecen más). En cualquier caso, el tipo en 2018 no se encuentra lejos de la media de los 10 últimos años.
En el IVA tampoco hubo cambios normativos significativos (solo la reducción del tipo en los cines y durante medio año) por lo que el tipo medio se mantuvo cerca del 15,3% que es el nivel al que se llegó tras las últimas subidas del tipo general y reducido en septiembre de 2012.
En los Impuestos Especiales (II.EE.) la variación del tipo observada en 2018 tiene que ver, como sucedió en 2017, con la subida de los precios energéticos. Hay que recordar que, para que pueda obtenerse un tipo medio agregado, el tipo de los II.EE. se calcula, en este apartado, sobre el valor de los consumos, aunque en algunas de estas figuras (en especial en el Impuesto sobre Hidrocarburos) la base sean los consumos físicos, no el valor. Fue precisamente en el Impuesto sobre Hidrocarburos en la figura donde se produjeron los únicos cambios normativos, si bien de cuantía marginal. Estos cambios vinieron derivados de la aprobación del RDL15/2018, de medidas urgentes para la transición energética y la protección de los consumidores, que incluía la eliminación del impuesto para el gas natural, el gasóleo y el fuelóleo utilizados en la generación de energía eléctrica.