6. Otros impuestos
Los ingresos de las figuras diferentes de las cuatro principales ascendieron a 8.095 millones en 2020, un 12,6% menos que en 2019. La cifra de ingresos supuso un 4,2% del total de la recaudación, el porcentaje más bajo desde 2008. Salvo en los impuestos medioambientales y en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (otros ingresos del Capítulo I), ambos casos afectados por cambios normativos o de gestión en 2019, el resto de impuestos vieron disminuir sus ingresos en 2020.
En el Impuesto sobre la Renta de los No Residentes los ingresos en 2020 disminuyeron hasta los 1.511 millones, la recaudación más baja desde 2014 (Cuadro 6.1). La caída respecto al año anterior fue de un 36,2%. Ya en 2019 los ingresos habían descendido tras la racha de fuertes crecimientos que experimentó el impuesto en los años anteriores (entre 2015 y 2018 el aumento fue, en media, superior al 17%), pero la situación general del 2020 hizo que, junto con las tendencias que venían del año anterior, se intensificara extraordinariamente la caída. Así sucedió en las retenciones en adquisición de inmuebles (perjudicadas por la paralización de las operaciones) y en las liquidaciones anuales que en 2019 ya tuvieron un resultado neto negativo y en 2020 se hizo más negativo aún. El resto de retenciones, derivadas sobre todo del capital mobiliario (y, por lo tanto, muy ligadas al reparto de dividendos) que en 2019 tan solo había sufrido una ligera moderación, en 2020 perdieron más del 30%.
Los impuestos medioambientales, en los que se incluyen las figuras del capítulo I y el Impuesto sobre Gases Fluorados de Efecto Invernadero (Cuadro 6.2), aumentaron en 2020 un 37,1%, aunque debido exclusivamente a la comparación con el año 2019 en el que los ingresos se redujeron por los cambios que supuso el RDL 15/2018. Con una mayor perspectiva, y eliminado el año 2019, la cifra de ingresos de 2020 fue la más baja desde que entraron en vigor estos impuestos en 2013. En las figuras del capítulo I, la más importante es el Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica que fue el que estuvo afectado en 2019 por los cambios normativos. El RDL 15/2018 suprimió temporalmente este impuesto en el cuarto trimestre de 2018 y el primero de 2019, trimestres ambos que debían haberse ingresado en 2019. A partir del segundo trimestre de ese año se volvió a recaudar el impuesto. En consecuencia, la comparación hace que se produzca un fuerte crecimiento en 2020 (59,7%). Los ingresos obtenidos (1.146 millones) estuvieron, sin embargo, muy lejos de lo que tradicionalmente ha sido la recaudación del impuesto (cerca de los 1.500 millones). El descenso que venían reflejando los precios del mercado mayorista en 2019, agudizado por el confinamiento inicial y la moderación posterior de la actividad y el consumo, y que solo cesó en la última parte del año, es la principal explicación de la escasa recaudación del año. Por su parte, los ingresos del Impuesto sobre Gases Fluorados también fueron inferiores a los de 2019 (-16,7%). Fue el tercer año consecutivo con retroceso de los ingresos. En 2019 la caída estaba justificada por la reducción de tipos, pero en 2020 solo cabe atribuirla a la situación generada por la pandemia.
En cuanto a otras figuras distintas de las dos principales en el capítulo II de imposición indirecta, las más relevantes son los Impuestos sobre Tráfico Exterior (Cuadro 6.3) y el Impuesto sobre las Primas de Seguros (Cuadro 6.4). En el primer caso, los ingresos en 2020 disminuyeron un 16,2%, en coherencia con la drástica reducción que sufrió el comercio internacional. En el caso del Impuesto sobre las Primas de Seguros, los ingresos permanecieron prácticamente iguales a los de 2019 (1.543 millones en 2020 frente a los 1.547 anteriores, un 0,3% menos). Durante todo el año sufrieron también la situación general, pero en los dos últimos meses, ante la subida de tipos para 2021 aprobada en los Presupuestos, se produjo un adelantamiento de operaciones que mejoró los resultados globales del año.
Los ingresos por Tasas y otros ingresos del Capítulo III cayeron un 21,2% (Cuadro 0). Por componentes, el descenso fue del 33,3% en las tasas y del 10,5% en los otros ingresos. La caída de las Tasas (Cuadro 6.6) tuvo básicamente dos causas: la menor producción de energía eléctrica de origen hidráulico y los problemas de gestión, algunos de ellos consecuencia de las medidas tomadas para combatir la pandemia. La primera de las causas afectó al Canon por el aprovechamiento de aguas continentales para la producción de energía eléctrica y supuso que los ingresos descendieran un 51,2% respecto a 2019, año en el que la recaudación marcó un récord. La segunda causa influyó a diversas tasas; en especial, a la Tasa Radioeléctrica (que se ingresó con unos meses de retraso de manera que unos 20 millones se recaudaron en 2021), a la Tasa de Expedición de DNI y pasaportes (afectada por el cierre de las oficinas públicas) y a la Tasa de Telecomunicaciones (en este caso por la realización de devoluciones que no se habían hecho en 2019). Los Otros ingresos también pudieron verse afectados por el cierre de oficinas y por la paralización de los procedimientos que se decretó en los primeros momentos de la crisis, aunque en 2019 ya se produjo una caída de estos ingresos de un orden parecido a la que se observó en 2020.