Ingresos tributarios y su comparación con el Presupuesto
Los ingresos en 2022 fueron muy superiores a los presupuestados, incluso a pesar de que las medidas sobre el precio de la electricidad se prolongaron para los seis primeros meses del año con posterioridad a la presentación de los Presupuestos de 2022 y se volvieron a prolongar y se ampliaron (con la rebaja adicional del tipo en el IVA) ya avanzado este año. La recaudación superó a la presupuestada en 23.111 millones (Cuadro 1.7). Las mayores desviaciones se produjeron en el IRPF (unos 9.353 millones, por el favorable comportamiento del empleo y los salarios y los buenos resultados de la declaración anual), en el Impuesto sobre Sociedades (7.699 millones por la mejora de los beneficios y el aumento de los ingresos procedentes de la declaración anual de 2021) y en el IVA (6.944 millones por la positiva evolución del consumo y la aceleración de los precios).
En el IRPF se acumularon ingresos superiores a los previstos por importe de 9.353 millones, un 9,3% de la recaudación presupuestada. El principal origen de desviación se encuentra en las retenciones del trabajo. El mejor comportamiento del empleo y la remuneración media con respecto a lo contemplado en el escenario macroeconómico de los Presupuestos de 2022 explican gran parte los mayores ingresos (en 2021 se preveía un aumento de la remuneración de asalariados para 2022 del 3,8% y el año se cerró con un incremento del 6,5%). La otra fuente de desviación positiva fueron los resultados de la declaración anual, tanto por los mayores ingresos como por las menores devoluciones.
En el Impuesto sobre Sociedades la recaudación fue mayor en 7.699 millones a la que se incluyó en los Presupuestos de 2022, es decir, fue un 31,5% superior a lo previsto. La desviación, que se concentró en los pagos fraccionados, se debió a una previsión de cierre del año 2021, base para la proyección de 2022, que presuponía unos ingresos inferiores a los que finalmente se registraron.
En el IVA la recaudación final quedó 6.944 millones por encima de la que se preveía en los Presupuestos de 2022 (9,2% más de lo presupuestado). La razón principal de esta desviación fue la hipótesis sobre el crecimiento de los precios en el escenario macroeconómico que se proyectó el año pasado y que suponía unas subidas de precios más bajas de las que realmente resultaron.
En los Impuestos Especiales, en cambio, la desviación fue negativa: la recaudación fue inferior a la presupuestada en 1.620 millones (-7,4% respecto de la previsión). La causa principal del error fue la ampliación al conjunto de 2022 de la reducción del tipo en el Impuesto sobre la Electricidad, medida aprobada a mediados de septiembre de 2021, en principio con una duración de tres meses y medio y, por lo tanto, con una incidencia prevista de solo un mes en los ingresos de caja de 2022. A ello hay que añadir el efecto negativo de los precios de los carburantes sobre los ingresos del Impuesto sobre Hidrocarburos.
En el resto de ingresos destacan tres conceptos: el Impuesto sobre Tráfico Exterior con una desviación de 878 millones por el aumento de los precios de importación por encima de lo esperado; la infraestimación en los otros ingresos del Capítulo II por valor de 608 millones debido al retraso en la entrada en funcionamiento del Impuesto sobre Plásticos de un Solo Uso; y la desviación negativa de 256 millones en las Tasas consecuencia de la sentencia que dejó sin ingresos el Canon por el aprovechamiento de aguas continentales para la producción de energía eléctrica.