6. Otros impuestos
La recaudación asociada a otras figuras distintas de las principales sumó un total de 10.983 millones, un 10% más que en 2022. Hay que señalar que este incremento está condicionado por la supresión temporal del Impuesto sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica desde el tercer trimestre de 2021. Esta supresión restó 3.399 millones a los ingresos de 2022 (Cuadro 1.5). La media de ingresos de este impuesto, en los años no afectados por su supresión temporal, ronda los 1.600 millones, pero el hecho de que los precios se dispararan en el mercado mayorista explica el elevado importe del impacto. Descontando el impacto de esta medida, la recaudación asociada a este grupo de impuestos hubiera aumentado un 44%.
Hay otros factores que afectan a la comparación de estos impuestos, aunque en menor medida. Entre los más importantes, cabe mencionar la desaparición de los ingresos del Canon por el aprovechamiento de aguas continentales para la producción de energía eléctrica (como consecuencia de una sentencia del Tribunal Supremo que comportó la devolución de lo recaudado hasta el año 2021). En sentido contrario actuaron las medidas aprobadas en los PGE-21 que permitieron incrementar los ingresos como es el caso del Impuesto sobre Primas de Seguro, cuyo impacto por la subida del tipo se prolongó a los primeros meses de 2022, o de los nuevos impuestos (Impuesto sobre Transacciones Financieras e Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales), que en 2022 tienen la recaudación de un año completo a diferencia de 2021 que fue su primer año. Por otra parte, en 2022 se transfirieron los importes correspondientes a las Diputaciones Forales del País Vasco asociados a estos impuestos desde su puesta en marcha, minorando, por tanto, su recaudación.
Los ingresos en el Impuesto sobre la Renta de los No Residentes (Cuadro 6.1) aumentaron un 61,7%. Hay que recordar que en este impuesto no se habían recuperado los niveles previos a la pandemia debido, fundamentalmente, al adverso comportamiento de las rentas de capital. En 2022, en cambio, estas rentas han recuperado gran parte del dinamismo de antaño y eso, junto con los mejores resultados de la declaración anual, permitió alcanzar un record histórico de ingresos, cercano a los 3.000 millones de euros. También tienen un peso relevante en este grupo de impuestos los Impuestos sobre Tráfico Exterior (Cuadro 6.3). La recaudación asociada a estos impuestos superó en 840 millones la alcanzada un año antes (un 42,9% más), impulsada por las subidas de precios. Los ingresos por el Impuesto sobre Primas de Seguros (Cuadro 6.4) crecieron un 9,6%, favorecidos en parte por el aumento del tipo aprobado en los PGE de 2021 y cuyo impacto se prolongó hasta enero de 2022, sumando algo más de dos puntos al crecimiento de este impuesto (46 millones, Cuadro 1.5).
En lo que se refiere a los ingresos de impuestos medioambientales (Cuadro 6.2), como ya se ha señalado su cifra en 2022 es marginal por la supresión del Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica durante todo el año en el marco de las medidas destinadas a moderar el precio de la electricidad. También se vio perjudicado por la realización de devoluciones extraordinarias en el Impuesto sobre la Producción de Combustible Nuclear Gastado. Por último, hay que señalar el aumento de los ingresos en el Impuesto sobre Gases Fluorados de Efecto Invernadero como consecuencia del cambio normativo que entró en vigor en septiembre de 2022.
Los nuevos impuestos introducidos el pasado año, el Impuesto sobre Transacciones Financieras y el Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales aportaron 474 millones a los ingresos (Cuadro 0), un 2,6% más que el pasado año. La evolución de la primera de estas figuras está condicionada por el menor volumen de transacciones en Bolsa, con una tendencia a la baja que es anterior a la implantación del impuesto. Además, el impuesto solo se aplica sobre aquellas acciones de empresas con volumen de capitalización superior a 1.000 millones, por lo que la menor capitalización de las empresas también ha influido en la pérdida de ingresos. A estos factores hay que añadir el hecho de que los ingresos de 2022 están minorados de los ajustes forales correspondientes tanto a dicho ejercicio como al anterior.
Los ingresos del Capítulo III se redujeron un 6,4% (Cuadros 1.6 y 6.6). La causa principal de la caída fue la desaparición de los ingresos del Canon por el aprovechamiento de aguas continentales para la producción de energía eléctrica. La recaudación por el resto de tasas aumentó un 16,7%, impulsada, principalmente por la positiva evolución del Canon por la ocupación y aprovechamiento del dominio público, la Tasa de Expedición de DNI y pasaportes y las Tasas consulares. En cuanto al resto del Capítulo III, los mayores ingresos por delitos no fueron suficientes para compensar la pérdida derivada de la menor recaudación por intereses de demora.
Por último, señalar que la recaudación asociada a los otros ingresos del capítulo I se duplicó en 2022 como consecuencia, en buena medida, de la existencia de ingresos de carácter extraordinario.