3.1. Recaudación tributaria bruta
La recaudación tributaria bruta está constituida por los ingresos efectivos obtenidos en el ejercicio, procedentes tanto de las autoliquidaciones presentadas por los contribuyentes como de las liquidaciones practicadas por la Agencia Tributaria. Responde, por tanto, a un criterio de caja.
La recaudación bruta total gestionada por la Agencia Tributaria en 2015 alcanzó los 227.535 millones de euros, con un incremento respecto a 2014 de un 2,6 por ciento.
En el cuadro nº 12 del Anexo se muestra la recaudación bruta por figuras tributarias. El crecimiento de los ingresos se produjo en un año de reforma de la imposición directa. En este contexto, el crecimiento de los ingresos se explica por la positiva evolución de las bases imponibles y por el aumento de los ingresos ligados a liquidaciones de períodos anteriores (cuotas diferenciales, devoluciones, actas). Excepto el IRPF, que fue el más afectado por la reforma y descendió un 0,2 por ciento, todas las grandes figuras vieron crecer la recaudación en 2015: el Impuesto de Sociedades (8,0 por ciento), el Impuesto sobre la Renta de No Residentes (10,6 por ciento), el resto del Capítulo I (15,2 por ciento, por los elevados ingresos del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones y de los Impuestos Medioambientales), el IVA (2,8 por ciento), los Impuestos Especiales (1,9 por ciento), el resto del Capítulo II (38,3 por ciento, que incluye en 2015 un cuatrimestre más de recaudación del Impuesto sobre Gases Fluorados), y el Capítulo III (16,0 por ciento, por el ingreso del Canon por la utilización de aguas continentales en la producción de energía eléctrica).
Cuadro nº 12. Recaudación tributaria bruta total (Anexo)