• El contenedor llegó al puerto de Barcelona e iba dirigido a Tortosa, destino final de la carga legal tras la que se encontraba oculta la cocaína

• La estrecha cooperación internacional y la información proporcionada por la Policía Nacional de Ecuador permitió identificar el contendor donde viajaba la droga en la modalidad de "rip off" o "gancho ciego"

8 de noviembre de 2024.- Funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria han aprehendido 2.597 kilos de cocaína que viajaba oculta en un contenedor procedente del puerto de Guayaquil, en Ecuador. El contenedor había llegado al puerto de Barcelona e iba dirigido a Tortosa, destino final de la carga legal (fibra vegetal) tras la que se encontraba oculta la cocaína.

La operación ha sido posible gracias a la estrecha cooperación internacional y la oportuna información proporcionada por la Policía Nacional de Ecuador. Esta información permitió identificar y analizar de manera muy detallada un conjunto de contenedores procedentes del país latinoamericano. A partir de esa información se ordenó inicialmente una apertura de puertas de contenedores y después una inspección no intrusiva.

El pasado 29 de octubre, el escáner de la Aduana de Barcelona señaló una discrepancia en la imagen de uno de los contenedores analizados que podría ser compatible con la presencia de droga en su interior, si bien la imagen no era concluyente.

Según la declaración presentada en la Aduana, el contenedor contenía bultos de fibra textil y tenía como destino una empresa con actividad comercial en la localidad de Tortosa, que desarrollaba su actividad de manera normal y realiza frecuentes importaciones desde Ecuador.

Los investigadores decidieron esperar a confirmar cuál era el destino final del contenedor y una vez confirmado que la mercancía sería entregada en esta empresa, se estableció un dispositivo discreto de vigilancia sobre su transporte.

Entrega vigilada y precintos falsos

El 6 de noviembre, se efectuó una revisión exhaustiva en destino. Tras presenciar la descarga completa del contenedor, se pudo observar que había unos bultos o fardos de color negro, distintos al resto de la carga. Una vez abiertos e inspeccionados por los funcionarios de Vigilancia Aduanera y tras aplicar un ‘narcotest’, dieron resultado positivo en cocaína.

Además, dentro del contenedor se encontraron unos precintos con la misma numeración que los colocados en el puerto de origen, un indicio más de que se trataba de un "gancho ciego" y que se pretendía volver a precintar el contenedor una vez rescatada la cocaína, de modo que su apertura ilícita pasase desapercibida.

En esta ocasión, y por razones que aún continúan bajo investigación, el rescate no se llevó a cabo en el puerto y la carga ilícita llegó junto a la carga legal a su destinatario.

El "modus operandi" empleado para intentar introducir la cocaína ha sido el conocido como "rip-off" o "gancho ciego", consistente en introducir la droga en un envío internacional legítimo para después rescatar los estupefacientes en el puerto de destino antes de que el contenedor sea transportado a su destino final.

La introducción de la droga en el contenedor se produce cuando este ya se ha cargado con la mercancía legal. El grupo criminal es capaz de acceder a dicho contenedor e introducir el estupefaciente en algún formato que permita su rápida manipulación, normalmente fardos o mochilas, que suelen oscilar entre los 50 y los 70 kilos de peso.

Esta manipulación ilícita se suele realizar en momento muy próximo a la carga de los contenedores en el buque en el puerto de origen, dado que hay menos posibilidades de inspección por la Aduana, al haber superado ya sus controles habituales.

En estos momentos la investigación continúa abierta y no se descartan futuras detenciones.