El apagón del 28 de abril en las ventas diarias
Desde la entrada en vigor del sistema de Suministro Inmediato de Información (SII) en julio de 2017 se cuenta con datos diarios de ventas, de manera que la información económica disponible se acerca más al momento de realización de la actividad. Ya no hay que esperar al dato mensual o trimestral para tener indicios de lo que está sucediendo en la economía.
Esta información tiene, además, un carácter muy general porque, aunque las empresas que deben cumplimentar sus obligaciones tributarias a través del SII son alrededor de 70 mil (eso sí, representativas del 75% del total de ventas de todos los contribuyentes del IVA), la información de facturas emitidas y recibidas que se recoge en el sistema permite también elaborar indicadores adelantados de las ventas de colectivos más amplios. Es el caso del Avance de Ventas Interiores en Grandes Empresas y pymes. Esta explotación incluye tanto a los emisores y receptores de facturas (que son los obligados del SII) como a sus contrapartes (que son el resto de empresas y los consumidores finales). Con esa información se construyen indicadores con datos de más de 1,2 millones de empresas, es decir, la totalidad de los declarantes de la estadística Ventas, Empleo y Salarios en Grandes Empresas y Pymes, que es la de mayor cobertura del panorama estadístico nacional.
Dada esta rica información casi en tiempo real de la que se dispone, no es de extrañar que, ante acontecimientos extraordinarios como fue el apagón del día 28 de abril, se acuda a los datos diarios para hacer alguna aproximación de urgencia a los posibles impactos económicos. Ya se advirtió en otra entrada de esta newsletter, a raíz de la catástrofe provocada por la DANA en Valencia, de las dificultades que este tipo de ejercicios comporta y, sobre todo, de la discrecionalidad a la que están sujetas esas valoraciones. Pero, además, tanto en aquel caso como en el del apagón, hay que tener muy en cuenta las propias características de las series diarias del SII y el calendario de disponibilidad de la información.
Para explicar estos dos aspectos son útiles los gráficos que se presentan a continuación. Los dos primeros están elaborados con la información publicada el miércoles 14 de mayo. El primero de ellos muestra la facturación diaria del grupo D de la CNAE (Clasificación Nacional de Actividades Económicas) que incluye aquellas empresas que desarrollan actividades de suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado. El segundo recoge la facturación del resto de actividades. Los dos tienen los datos diarios de marzo y abril y están señalados los lunes (círculo azul) y los martes (cuadrado verde).
En los dos gráficos se puede apreciar el impacto del apagón. El impacto parece más reducido de lo que cabe pensar a priori. En el caso de las ventas en las actividades de suministro eléctrico, la serie es más irregular y cuesta más calificar cuánto de atípico fue el resultado del lunes 28 de abril. No sucede así en el resto de actividades, en las cuales se observa una cierta estabilidad en la facturación de cada uno de los días de la semana, que se rompe el día del apagón.
¿Por qué no es más claro el impacto del apagón, en particular en el suministro eléctrico? La razón es que las cifras se refieren a la facturación de cada día de la semana, no necesariamente a lo ocurrido en ese día. En ese sentido hay que tener en cuenta que la facturación del consumo eléctrico se hacer con un desfase con respecto al consumo físico. Por ello, seguramente en fechas posteriores al propio día del apagón se notará también el impacto de este. Hay que recordar que una de las características de estas series de ventas diarias es la acumulación de facturación en el último día del mes (de ahí la necesidad de corregir las series de esos efectos deterministas, como se hace en los gráficos presentados) y que, por lo tanto, el impacto del apagón también está en ese último día.
Por otra parte, nótese que el dato del 29 de abril también resulta anormal en comparación con los martes previos, sobre todo en el resto de las actividades. La cifra resultó mayor de lo habitual. Este hecho es importante a la hora de hacer las evaluaciones del impacto pues parte de lo perdido el lunes 28 se recuperó al día siguiente. Y esto está vinculado con el calendario de disponibilidad de los datos y las sucesivas actualizaciones.
A este respecto hay que insistir en varios aspectos. La información sobre las ventas del día 28 de abril se hizo pública el miércoles 14 de mayo. ¿Por qué ese retraso? Efectivamente el SII obliga, en general, a los contribuyentes incluidos en el sistema a enviar a la Agencia Tributaria el detalle de los registros de facturación en un plazo de cuatro días después de la expedición de la factura. Sin embargo, la experiencia demuestra que por diversas razones (entre ellas algunas particularidades del propio SII) la información recibida tarda en completarse. Por ello, desde el principio de la publicación de los datos se estableció que, aunque la periodicidad de las series fuera diaria, el informe y la base de datos que acompañan a las series se publicara semanalmente y que la fecha de referencia de los datos fuera la de dos semanas antes de su publicación.De esta forma se garantiza que las cifras publicadas no iban a ser revisadas drásticamente, que la revisión no va a suponer un cambio tal que el diagnóstico que se pudiera haber hecho con datos provisionales fuera completamente erróneo.
Este punto de las actualizaciones, ligado a la necesidad de no apresurarse a la hora de valorar el impacto de un hecho concreto, se puede ver comparando los gráficos anteriores con los dos siguientes que muestran las mismas series, pero actualizadas una semana más tarde.
Como se ve, las cifras del 28 y 29 de abril son ligeramente superiores a las de una semana antes, pero, además, los datos de la semana posterior permiten hacer una hipótesis más afinada de lo que hubieran sido esos días si no hubiera habido apagón, hipótesis que resulta imprescindible para poder hacer una estimación del impacto.