Evolución y perspectivas de futuro en la Campaña de Renta
La presentación de la declaración de Renta es la principal actuación que muchos ciudadanos deben realizar para cumplir con sus obligaciones tributarias. La Agencia Tributaria, consciente de ello, planifica todos los años una Campaña de Renta en la que el contribuyente es el centro de atención y, por tanto, se plantea como objetivo primordial facilitar en todo lo posible el cumplimiento de esta obligación, prestando asistencia personalizada a aquellos que la soliciten, y por la vía que la soliciten (telefónica o presencial), y poniendo, por otro lado, a disposición de los contribuyentes que lo deseen las herramientas que les permitan realizar por sí mismos la declaración. Este propósito, y no otro, es el que ha impulsado siempre la mejora constante de los sistemas de ayuda para la confección de la declaración de Renta, lo que ha supuesto adoptar medidas encaminadas, por una parte, a facilitar la cumplimentación de la declaración y, por otra, a agilizar la tramitación de los millones de declaraciones que se presentan cada año (ya más de 22 millones), y así poder efectuar las devoluciones con la mayor celeridad que sea posible.
Cada uno de los cambios adoptados están residenciados en un análisis profundo de carácter social, funcional, técnico y también jurídico, que ha supuesto una evolución constante en las formas de confección y presentación de la declaración, que parte, hace ya más de 40 años, con la presentación a través de formularios en papel preimpreso, y continúa con la puesta a disposición del programa "PADRE" de ayuda, el desarrollo del borrador de declaración, hasta llegar al actual sistema de Renta WEB que se puede utilizar en cualquier dispositivo.
Estas mejoras, como no puede ser de otra manera, han venido de la mano de los avances tecnológicos, que facilitan la aplicación de la normativa tributaria, y permiten superar la dificultad para confeccionar de forma manual la declaración del impuesto.
En este contexto, de evolucionar para mejorar, se analizó como decisión estratégica en el funcionamiento del sistema tributario español la conveniencia de la supresión del papel, teniendo en cuenta, entre otros muchos análisis, que en la Campaña de Renta 2012 solo el 0,18% de los contribuyentes habían cumplimentado a mano su declaración, y que de estas declaraciones cumplimentadas a mano el 60% tenían errores que implicaban requerimientos al contribuyente y molestias innecesarias cuando se trataba, por ejemplo, de cálculos aritméticos, evitables mediante el uso de programas de ayuda, lo que incidía directamente en retrasos en la emisión de la devolución que le pudiera corresponder y en el aumento de cargas administrativas.
No obstante, recientemente, distintos foros se están haciendo eco de la denominada medida de: "reciente supresión del papel en Renta". Estas informaciones son incorrectas, dado que la primera Campaña de Renta en la que ya no existía la presentación en papel, entendida como cumplimentación manual por parte de los contribuyentes de los impresos de la declaración de IRPF, fue la Campaña de Renta de 2013. Por lo tanto, el cambio reciente no es; la confección de declaraciones en papel desapareció en el año 2014, para la Campaña de Renta de 2013, medida establecida en la Orden HAP/455/2014, de 20 de marzo, que aprobaba el modelo de IRPF para el ejercicio 2013.
En las campañas sucesivas se han ido realizando avances encaminados a mejorar cada año el programa o formulario de ayuda en la presentación de la Renta. Las medidas de información y asistencia se han ido actualizando, y se ha trabajado, y se sigue trabajando, bajo la premisa de que la asistencia al contribuyente en Campaña es el eje primordial de la misma.
Entre estos avances o mejoras técnicas debemos destacar la supresión de la predeclaración, acometida en la Campaña de IRPF de 2018. Este cambio lo único que supuso fue que, una vez cumplimentado el borrador o declaración del impuesto, si el contribuyente deseaba acudir al banco a pagar de forma presencial, en vez de imprimir todo el documento, imprimía únicamente el documento de ingreso, pero la declaración ya quedaba presentada en ese momento, de forma que ya no es necesario que las entidades colaboradoras remitan la declaración a la Agencia para su tramitación.
La organización de la Campaña de Renta cubre la demanda general de asistencia en la cumplimentación, y por supuesto, también la de nuestros mayores, con los que se tiene especial sensibilidad y se ha suscrito un protocolo en relación con la asistencia a los mismos.
En toda evolución existen contratiempos, problemas que solucionar y aspectos que mejorar, y en ello se sigue trabajando. Lo que no deberíamos permitirnos como país es, y confiamos en que no ocurra, la involución de un sistema que funciona. El gran avance de eliminar el papel hace ya una década, nos ha ido llevando a realizar mejoras, y ser más eficientes, buscando siempre el beneficio para los ciudadanos, en este caso los contribuyentes, que somos todos.